¿Quién no ha oído hablar de la famosa «zona de confort»? Pero, ¿hacemos algo al respecto?
Lo que nos cuenta esta expresión es que hay personas que se sienten tan cómodas en esa zona, que por miedo a perder esa «seguridad conocida», por temer aquello que se puedan encontrar al otro lado, no se mueven y la consecuencia es que generan una resistencia al cambio, se estancan y no evolucionan.
¿Qué podemos hacer para darle la vuelta a ese comportamiento? ¿Te animas a intentar algo diferente?