Cuando el doliente es un niño.


Pink Sherbet Photography / Free Photos

La mayor parte del tiempo, cuando hablamos de dolientes (personas en proceso de duelo) pensamos en adultos, pero los niños también pasan por ese proceso.

Normalmente, a nuestros niños, los queremos proteger tanto que realmente los mantenemos al margen de situaciones vitales (en sus vidas también) y en lugar de ayudarlos, como es nuestra intención, estamos retrasando su propio proceso de duelo (que obligatoriamente y por su salud emocional deberán pasar) y además contribuimos a que su confianza en nosotros disminuya (por que al fin y al cabo, con comentarios como «no pasa nada» cuando nos ven llorar, no ayudamos a que confien en nosotros).

En estos casos, y siempre teniendo en cuenta la situación del menor, es recomendable actuar según unos parámetros:

– Las malas noticias las dará una persona de mucha confianza para el niño, a ser posible uno de sus padres, o los dos. En un ambiente seguro para el menor, como puede ser el salón de su casa y con poca gente alrededor.

– Iniciaremos la conversación recordándole (si era conocedor de la situación) lo que estaba ocurriendo «recuerdas que el abuelito estaba muy malito y se lo habían llevado a curarlo…?».

– Decirles la verdad, adaptándola a la edad del niño: «el abuelito estaba muy muy muy enfermo y se ha muerto», en lugar de utilizar frases como «se ha dormido para siempre», «se ha ido de viaje».

– Mostrar sentimientos delante del niño: si tenemos ganas de llorar, lloramos. Si estamos tristes y nos pregunta, le decimos que estamos tristes. Así estaremos alentando a mostrar sentimientos con naturalidad y a que confíe en nosotros porque ve que no estamos «como siempre» y somos sinceros con él.

– Esperar a que el niño haga preguntas y le contestemos con la mayor naturalidad posible, animándolo a que pregunte sin miedo y se exprese.

Sobre todo PADRES DE ESOS NIÑOS A LOS QUE TENÉIS QUE DAR MALAS NOTICIAS: hemos de echar mano del sentido común, de la serenidad, del amor hacia nuestros hijos y la limitación que tenemos porque para esto, nadie nos prepara.

Pilar Solana Muñoz. Psicóloga Clínica.

http://www.almapsicologia.com

2 respuestas a «Cuando el doliente es un niño.»

  1. Muchas gracias por tu consejo. Lo segui al pie de la letra y nos ha ayudado mucho ha pasar este trance de la vida todos juntos y con mucha naturalidad. No podria imaginar lo maduros que pueden llegar a ser los hijos en estos momentos.

    Mil gracias

    Me gusta

Deja una respuesta

Por favor, inicia sesión con uno de estos métodos para publicar tu comentario:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

A %d blogueros les gusta esto: