Las relaciones a distancia.


~Aphrodite / Foter / CC BY-NC-ND

Ya era hora de que te llegara a ti…pensabas cuando ponías en marcha tu ordenador. Ayer por fin conociste a alguien (después de muchas desilusiones)…alguien que apareció de repente ante ti, para tu sorpresa.

Todo empezó cuando llegó un mail a tu bandeja de entrada…esto de las redes sociales…los portales para conocer a gente…todo el mundo habla de ellos, pero seguro que a mi no me va a pasar…yo no tengo tanta suerte.

Pero esta vez me había tocado a mí. Llegó su mail y nerviosa lo abrí…quién se escondería al otro lado? Se presenta…me cuenta muy poco de él. De dónde es…la edad que tiene…su situación actual…ah…hace un tiempo salió de una relación, como yo…

Contesto? Por qué no? Por intentarlo….”el mundo es de los valientes” dice la gente…allá voy.

Sólo le voy a contar algo de mi, muy breve, tampoco sé ni quién es ni qué intenciones tiene, ya me he desilusionado muchas veces. Le doy a enviar y ya está. La suerte está echada. Ahora qué? A esperar.

Sigo con mi vida, pero no puedo evitar pensar de vez en cuando si me habrá contestado…al cabo de unas horas…BLUP…un mail en mi bandeja de entrada…y es suyo!!!

Esta vez va el intercambio de datos para otro medio de comunicación…de momento chatearemos a ver qué pasa…más adelante veremos.

Y así entramos en una dinámica que me encanta. Me despierto pensando si me habrá dado ya los buenos días en mi pc…a lo largo del día recuerdo algunas conversaciones que vamos teniendo…mido cada palabra, trato de que no salga corriendo. Tenemos un mundo por descubrir.

Estoy deseando llegar a casa para poder conectarme un ratito y contarnos qué tal el día. Porque eso sí, hemos de ser sensatos y no andar todo el día con los móviles colgados.

Vaya…pero es que cada vez necesito algo más…podríamos quedar…vernos…por que a través de foto ya nos conocemos pero eso de “sentir”…allá vamos….

Y todo empieza a ir cada vez más deprisa.

Esta es una forma bastante típica de iniciar una “relación a distancia”. El final hemos de ponerlo cada uno de nosotros. Yo no sé cómo terminará esta historia.

Pero sí sé que a veces sale bien, cuando nos vamos tomando las cosas con calma, somos sinceros con el otro y honestos con nosotros mismo.

Cuando vamos dando los pasos oportunos, acelerando cuando ambos lo decidimos y frenando cuando se precipita el tema.

Pero cuidado. A veces al otro lado la persona no está siendo sincera. Cuidado cuando vemos incoherencias. Cuidado cuando va alargando el momento de “conocernos” en persona. Cuidado cuando vemos que hay algo que no nos cuadra.

Porque a través de la red, nos contamos TANTAS cosas sin dar la cara, que llegamos a conocer aspectos de la naturaleza del otro que en condiciones “tradicionales” tardaríamos mucho. Eso nos hace equivocarnos a la hora de pensar que “de verdad” conocemos al otro. Conocer es convivir, compartir, solucionar, gestionar, sentir, sufrir, tocar, discutir, negociar…

Internet es una nueva oportunidad que se nos brinda como medio a través del cual podemos iniciar un contacto con alguien que quizás, de otro modo no habríamos tenido acceso. Pero recordemos que es sólo un medio para contactar. Luego es necesario que haya relación directa, cara a cara para, de verdad, poder llegar a conocer, en la medida en que el otro nos permita o nosotros nos atrevamos, al otro.

Mantener una relación sólo a través de este medio es alargar la angustia de algo que no va a funcionar.

Pilar Solana Muñoz. Psicóloga Clínica.

http://www.almapsicologia.com

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.