A la hora de escribir este post, me parecía interesante comentar/aclarar un poquito un par de aspectos, dado que en el día a día de consulta parece no estar claro. Así que me gustaría escribir algo acerca de mi trabajo.
Ya sabéis que la información nos hace más poderosos!!
¿Cuándo acudir a la consulta del psicólogo?
Cuando…
o … en algún momento puntual de nuestra vida nos sentimos “perdidos”.
o … teniéndolo “todo” no disfrutamos de la vida.
o … tenemos cambios bruscos de humor y no sabemos controlarlo.
o … nos enfrentamos a un gran cambio en nuestra vida y no sabemos cómo afrontarlo.
o … hemos de tomar una decisión importante y no nos atrevemos.
o … llevamos ya un tiempo que no conectamos con los demás.
o … no tenemos la vida que esperábamos.
o … tenemos algún tipo de problema ante el cual nos hemos bloqueado.
Estos y otros son los motivos que nos llevan a consultar con un psicólogo. De la misma forma que consultamos con cualquier otro tipo de especialista cuando sabemos que no tenemos todas las claves de cómo actuar ante un problema.
¿Qué hace un psicólogo? ¿Cómo nos puede ayudar?
Un psicólogo es un especialista en comportamiento humano. Un profesional de la salud que se encarga de ayudarnos a adquirir habilidades específicas que nos ayudarán a adaptarnos a las dificultades que nos vayan surgiendo en la ardua tarea de vivir.
Y una vez lleguemos a consulta…¿qué nos espera?
Cuando pensamos en ir al psicólogo a veces no tenemos claro cómo se va a desarrollar el proceso, así que a modo aclaratorio, estas son las etapas del tratamiento psicológico:
o Evaluación: es la primera fase del tratamiento, donde se va a hacer una primera aproximación al problema, donde el psicólogo evaluará, sobre todo a través de una entrevista clínica, cuál es el problema y qué déficit de habilidades está manteniendo el problema del paciente. Se complementa con tests si es necesario.
o Explicación de hipótesis: en esta sesión el psicólogo explica cuáles son tanto el origen (si se conoce) como las variables mantenedoras del problema a tratar. Además de los objetivos terapéuticos y las técnicas a emplear. Sirve para que ambos tengan claro el plan de actuación a partir de ese momento y durante el tratamiento.
o Terapia propiamente dicha: en esta tercera fase, la más larga, el psicólogo entrena al paciente en una serie de técnicas para desarrollar las habilidades necesarias que ayudarán al paciente a afrontar el problema que le trae a consulta.
En esta fase es cuando el paciente va a ir viendo progresivamente los cambios más importantes de todo el proceso.
o Seguimiento: en esta última fase, se distancian las sesiones de terapia de modo que tanto psicólogo como paciente van a asegurarse que las habilidades desarrolladas durante el tratamiento le resultan lo suficientemente eficaces como para afrontar el problema y resolverlo.
Es cuando vemos que el paciente continua conservando la estabilidad emocional y se refuerza el mantenimiento de los logros.
Pilar Solana Muñoz CV-04650
Psicóloga Especialista en Psicología Clínica