
En ocasiones queremos abarcar una gran cantidad de tareas en un corto periodo de tiempo. La lista suele ser tan larga que solo de verla nos echa hacia atrás, la desmotivación inunda nuestra mente y, o no hacemos nada, o intentamos realizarla toda a un ritmo vertiginoso, acabamos decepcionados porque siguen habiendo cosas de la lista por realizar y estamos cansados de hacer tareas que nos quitan tiempo para hacer otras actividades que desearíamos hacer si esa no fuera tan interminable.
Esta forma de funcionar va dañando poco a poco (nuestras fuerzas, nuestra paciencia, nuestra autoestima …) y favorece que aparezcan ese tipo de pensamientos irracionales que nos afectan a nivel emocional y que puede hacer tanto daño.
Hoy aprenderemos a organizar tu tiempo en pequeñas tareas. Esto ayudará a no agobiarnos ante la cantidad de demandas que te has propuesto hacer y no olvidar aquello que te hace sentir bien.
Una manera muy útil es:
– Hacer una lista de cosas que quiero hacer (lista B) y otra de tareas a realizar (lista A), cuando tengamos definido qué cosas están por hacer y cómo me gustaría pasar mi tiempo libre. Ya hay una base con la que trabajar, esto nos ayudará a no magnificar el listado con frases como “tengo mil cosas por hacer” o “no llego a todo” (magnificamos la situación y minimizamos nuestros recursos).
Tareas a realizar (A) Cosas que quiero hacer (B)
(Cuidado con tareas del tipo “limpiar la casa”, en la casa hay muchas tareas, especifica y selecciona aquellas que se ajustan a tu tiempo).
– Lo siguiente es valorar el tiempo que tengo disponible y de ese tiempo ¿cuánto voy a dedicar a las tareas y cuánto a mi vida?
– Una vez tenemos el tiempo que queremos emplear, seleccionemos de la lista de tareas a realizar qué tareas son más necesarias hacer (como por ejemplo, hacer la comida o poner una lavadora) recuerda que no es necesario acabar con toda la lista.
– Haz lo mismo con la otra lista (se realista con el tiempo).
– Lo siguiente es ponerte manos a la obra con la lista “A”, una vez haya pasado el tiempo que te has propuesto para hacer las tareas, para, ¡ ya has terminado!, esté acabada o no la tarea, y dedicate a hacer aquello que sueles dejar de lado por no tener tiempo (lista B).
Es así de sencillo. Ya verás como te sientes mejor.
Lorena Pomer Castillo. Psicóloga